Por muchos años crei que mi afición a beber estaba perfectamente controlada. Me justificaba diciendo que solo era un bebedor social y que en cuanto me lo propusiera podria dejar la bebida facilmente. Viernes, sabado y domingo de cada semana, con la excusa de la convivencia con grupos de amigos, terminaba hasta altas horas de la madrugada completamente ebrio y sin dinero en la bolsa. Asi pasaron un par de años. El dinero no rendia y mi condicion fisica era cada vez mas deplorable. Comencé a arrastrar al vicio a mi mujer, que preferia seguirme la corriente que pelear conmigo cada vez que llegaba ebrio a la casa. Juntos empezamos a convertirnos en dos verdaderos alcoholicos, que a veces ya ni conviviamos con otras personas si no que los dos solos en casa, ante la mirada de nuestros hijos, terminabamos ebrios. Asi pasaron muchos meses hasta que mi mujer se propuso a pedirle con mucha fe a la santisima muerte que la ayudara, para eso instalo un pequeño altar con su figura y le encendio una veladora y le pidio con mucha fe que la ayudara a dejar el vicio, ella ya habia ganado algunos kilos de mas por la bebida y los excesos. Fué así que comenzó su inmediata rehabilitacion y pronto dejo la bebida, muy rapido perdio los kilos que habia ganado y paulatinamente fue recuperando su figura esbelta. Se volvio de inmediato una fiel seguidora de la santa muerte y me invito para que hiciera lo mismo. Yo insistia en seguir con mi vida de excesos en la bebida por que segui con la idea de que solo soy un bebedor social. Incluso cuando entro este año nuevo 2009 me hice a la idea de ya bajarle a la bebida y no beber mas que el sabado, sin embargo pronto cai de nuevo en la costumbre y al terminar enero ya estaba otra vez con el ritmo de jueves, viernes, sabado y domingo.
Las cosas mejoraron para ella pero para mi seguian igual, se le veia una nueva actitud y hasta dinero extra traia siempre, cuando antes no le alcanzaba su quincena ni para la gasolina, hace un mes compro una television de 27 pulgadas y me dijo muy orgullosa que la compro con el dinero que se ahorro de la bebida. A mi me dio mucha pena por que aunque gano bien en mi trabajo, la realidad es que cada vez que me iba a tomar unas copas me gastaba los dos o trescientos pesos, hasta que un dia me lo propuse y con toda humildad fui a pedirle a la santa que me ayudara a dejar la bebida, con mucha fe puse mis manos sobre sus pies en el altar que con mucho cariño conserva en casa mi esposa y le suplique que me diera fuerzas y me apoyara para dejar de beber de esa manera en que lo hacia. Increiblemente ya han pasado muchos dias desde esa ocasion y no he bebido una sola copa aun cuando constantemente me sigo reuniendo con mis amigos en los lugares donde habitualmente bebemos, me siento mucho mejor y ya hasta empiezo a traer dinerito en la bolsa, he conocido a otras personas que tambien sienten la misma fe por la santa muerte y me divierto de otra manera, pues ademas he descubierto que no se necesita estar ebrio para divertirse, mejoro mi estado de animo, mi estado de salud y hasta mi apariencia, por ello agradezco mucho a la santa y le reitero mi fe y a mi mujer que me enseño el camino.
AGREGADO CON LA PROTECCION DE LA IDENTIDAD DEL COLABORADOR POR PETICION EXPRESA
Suscribete por Email gratis a mi blog LA SANTA MUERTE para conocer mas acerca del tema